Llevo ya muchos años oyendo de
amigas, familiares, compañeros de trabajo este comentario de “ya tienes o
tenemos una edad”, en cuanto te quejas o informas de alguna dolencia ya sea
casual (un dolor de cabeza, un torcedura de un pié) o algo mas crónico.
A eso le añadimos otros
comentarios aún más optimistas como “ya no tienes edad para ….”, montar en bici, jugar con tus hijos en el
suelo, hacer una payasada, etc.
Una compañera psicóloga me dice
que soy un “negador o negacionista” no de la teoría de la evolución natural y
origen de las especies, si no de los problemas y dolencias, porque les aplico
siempre una importancia relativa. Puede que tenga razón.
También tengo otro amigo un año
menor que yo, que nos conocemos desde los 15 años y cuando tenía unos 24, ya
hablaba de la juventud en tercera persona.
Sí, estoy más cerca de los 50 que de los 40, no
soy joven, tengo una artrosis de cadera
avanzada desde hace más de 20 años, con próxima operación para implantarme una prótesis
como única solución, me mantengo en un peso algo elevado, pero unos 8 kg. por debajo
de hace 7 o 8 años., y actualmente llevo más de un mes con una lumbalgía que me
está jorobando bastante.
Pero, ¡y qué!, tenemos una
esperanza de vida de 85,71 años las mujeres y 80,17 años los hombres en España
en 2014 según datos del INE (suerte de haber nacido en el norte y occidente y en la segunda mitad del siglo XX, bueno y gracias a la lucha de la clase trabajadora de mujeres y hombres), y la legislación neoliberal actual nos obliga a trabajar hasta los 67 años.
¿Qué nos vamos a pasar penando 20
años mas trabajando o 33 años de resto de vida, en mi caso?, diciéndonos todos
los días lo mayores que estamos, las pocas cosas que podemos hacer, que ya no
es nuestro tiempo para…
Algunos dirán, que para tener esa
esperanza de vida y una salud aceptable debemos dejar de hacer todas las cosas
que nos pueden envejecer antes, sentarnos mal o tener riesgo de lesión. Y claro
que hay cosas a evitar: fumar (nunca he fumado), dieta equilibrada (de todo sin
excesos), peso adecuado (en continuo proceso). Pero habrá que vivir y vivir te
envejece, pero no envejecer te mata.
Me preocupa lo que hay detrás de
esas frases hechas, que vienen de la cultura católica de la resignación y del
destino, del conservadurismo para el que hay edad correcta para cada cosa y si no eres un “desviado”
o inmaduro.
Claro que tenemos limitaciones
con la edad, pero mejor identificarlas, adaptarlas y buscar nuevos límites,
pero sintámonos dueños de nuestra vida y de cómo vivirla. Dejamos al margen
enfermedades y accidentes graves sobrevenidos que requieren menos frivolidad y
respeto para quien las sufre. Y para
otra discusión las limitaciones económicas y laborales.
A partir de ahora, mejor decir: “con
esta edad ya podemos hacer el payaso, hemos perdido la vergüenza, conocemos los
límites y hemos aprendido a disfrutar mucho mas de todo”