BIENVENIDOS Y BIENVENIDAS A POLÍTICAMENTE INCORRECTO

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Desde un planteamiento de izquierdas, es decir, desde la negación del conformismo, el destino y la imposibilitad de avanzar hacia un mundo mas justo, mas igualitario, pacífico y sostenible.


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Fdo. Juan José Regatos Andrés

jueves, 14 de enero de 2016

EL BEBÉ y LAS RASTAS EN EL CONGRESO, ¿TEATRO?

Para las personas conservadoras y “moderadas”, es decir la gente normal según nuestro presidente en funciones,  son muy importante los símbolos: la bandera, los himnos, los crucifijos etc. Y las formas: la ropa de ejecutivo y el protocolo.

En no pocas ocasiones las han puesto por encima del fondo cometiendo barbaries en su nombre, o simplemente retomando las juras de bandera en los ayuntamientos, pretendiendo convertir en delito las pitadas al himno, o recriminando a una Ministro no llevar corbata.

Se nos ha dicho que estos símbolos y estas formas, representan a las instituciones y sus valores: patria, jerarquía, lealtad al rey, respeto a su dios, disciplina, respeto a la ley,  etc. Aunque al mismo tiempo algunas de estas personas boicoteaban esos mismos valores con sus actuaciones: corrupción, control de poder judicial, expulsión de personas desamparadas y un largo etc.

Pero además, hemos visto en muchísimas ocasiones como perdían también las formas, con abucheos, insultos, golpes al mobiliarios del congreso como si de tambores se tratará, o el “que se jodan”.

Púes bien, yo siempre he defendido que debe haber una necesaria coherencia entre las formas y el fondo de las actuaciones en política, y en todas las facetas de la vida. En el campo de la educación es inviable plantear el proceso de aprendizaje de forma participativa y bidireccional, y al mismo tiempo  que el  maestro tenga una vara en la mano para azotar a quien no conteste correctamente, o utilice insultos o adjetivos despectivos para dejar en evidencia a un alumno.

En la política, lo mismo, si planteamos propuestas transformadoras que cambien las leyes, las instituciones,  las políticas y/o acciones de gobierno, no será posible si no cambiamos también las formas, los protocolos y los símbolos.    

Más allá de los  golpes de efecto del primer día de esta nueva legislatura, el tener unas diputadas y diputados, que visten,  hablan y se comportan como el resto la gente, es decir, sin uniforme, unos con coleta, otros con barba, con vestidos, con trajes y corbata, con vaqueros, es como realmente somos plurales y diversos. E invita a pensar que estamos más gente representada en el parlamento.

Hasta ahora solo se atrevían a hacerlo y de forma discreta las compañeras y compañeros de IU – Izquierda Plural, y algunos diputados sindicalistas que no usaban corbata. Pero ahora son más de 70.
Claro que ahora toca lo difícil que las formas se extiendan a las palabras, los gestos, las actitudes, eliminando la arrogancia y el “y tu más”, y finalmente al fondo con propuestas coherentes con las formas.


No se asusten señoras y señores conservadores y socialdemócratas, que incluso si alguno de estos desarrapados y “perros” flautas llegan a integrarse en el Gobierno, ustedes podrán seguir llevando sus trajes aunque los hayan pagado con las tarjetas black de sus compañeros de partido.

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