BIENVENIDOS Y BIENVENIDAS A POLÍTICAMENTE INCORRECTO

Bienvenido a un espacio de reflexiones de usar y tirar
Desde un planteamiento de izquierdas, es decir, desde la negación del conformismo, el destino y la imposibilitad de avanzar hacia un mundo mas justo, mas igualitario, pacífico y sostenible.


Da para mucho, pero tenemos el tiempo que elijamos. Gracias y te espero a un clik de distancia.


Fdo. Juan José Regatos Andrés

jueves, 8 de septiembre de 2016

LEGANEMOS, POLÍTICA Y EL FACTOR HUMANO

Estamos asistiendo a un proceso negativo de evolución de los nuevos partidos y candidaturas de unidad popular de izquierdas o de los de abajo.

No solo en Leganemos , pero si de forma especial en esta esperanzadora y exitosa iniciativa. Desde hace muchos años ninguna fuerza política a la izquierda del PSOE había tenido tanto respaldo, ni generado tanta ilusión y confianza.

No soy neutral para analizar los pormenores de esta crisis, he tomado posición en defensa de Leganemos y he votando en asamblea, tras mucha reflexión, duda y tristeza, SI a que informemos al órgano competente municipal que cuatro concejales no representan ya a Leganemos por adoptar decisiones contrarias a la coordinadora y la asamblea, que solicitaron un local aparte al Alcalde, un cambio de portavoz sin consulta previa y votando de forma contraria a lo decidido democráticamente. Asumiendo el fracaso de la mediación y negociación interna, por ahora, dado que la decisión votada mantiene la puerta al acuerdo y la reversión.

Pero sí creo poder apuntar algunas reflexiones.

Las principales causas de este conflicto de Leganémos con final de división y no de unidad, se derivan  los siguientes factores:
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  •  Diversas partes y personas vienen de  posiciones personales e ideológicas firmes como las raíces de un árbol, con un tronco grande y recio, y sin ninguna capacidad para adaptarse a los vientos que acechan lo que provoca roturas en sus rama, No como un buen junco que mantiene la raíz y su posición  pero se adapta a las posibilidades de cada momento.
  •  La inadaptación que conlleva el aterrizaje forzoso de pasar de un esquema y experiencia de la acción social y política reivindicativa, de movilizaciones y con análisis y propuestas sobre temas generales de ámbito nacional e internacional. A llegar a la institución (ayuntamiento-pleno- comisiones) y a hablar de problemas de competencia local, aunque en ellos incluimos con buen criterio el derecho a la vivienda, parte del sistema educativo y el derecho al empleo, pero también la limpieza de las calles, el ascenso del Lega y las subvenciones, las fiestas patronales, los servicios sociales,  los impuestos municipales, etc.
  • Gestionar el éxito electoral sin precedentes pero parcial, asumiendo las limitaciones, ante un escenario donde la negociación con otras fuerzas desde una desconfianza justificada y mantenida en el tiempo, te paraliza y te entra el miedo escénico de la corresponsabilidad y del acuerdo o el pacto en cada tema con otras fuerzas políticas contra las que nos hemos movilizado.

Y estas son, a mi modo de ver, las diferencias políticas y de trabajo que están dividiendo a Leganemos. También influyen la cultura y aprendizaje de muchos de nosotros en organizaciones sociales y políticas con numerosos sucesos de rupturas y crisis internas permanentes (vieja política), donde las dificultades de encontrar acuerdos ante situaciones nuevas no previstas, solo tenemos las herramientas de contar cuantos son  los nuestros, levantar los brazos de madera y mostrar lealtad al grupo y no a las ideas y al debate libre. Y si por error de cálculo pierdo, niego la legitimidad de las decisiones, los órganos, la asamblea o incluso de la capacidad de análisis de mis hasta entonces compañeros y compañeras de viaje.

Pero ¿Y las personas?

Oímos muchísimas veces la expresión “lo importante no son las personas sino el proyecto”, tanto en los partidos, los sindicatos o  los clubs de futbol. Y utilizamos esta máxima a favor para demostrar nuestra honradez o a la contra para criticar a la persona adversaria ex compañero y ex amiga.

Yo niego la mayor, lo importante son las personas, hacemos política para mejorar nuestra vida, la de las personas, mujeres, niñas, niños, hombres, ancianas.

Tenemos sobrevalorado el sacrificio y martirizarse, quizás nos venga de la cultura religiosa no superada, la nuestra cristiana, pero otras como la musulmana y la Judía parecen coincidir. Donde por el proyecto o la causa podemos destrozarnos la vida mutuamente.

En la última asamblea, para explicar lo sucedido tres personas (nuestros dos concejales y un miembro de la coordinadora)  fueron interrumpidas por sus propias lágrimas, que manifestaban dolor,  tristeza o impotencia ante el desprecio y difamación  que están sufriendo por continuar trabajando como poca gente hace.  Los concejales que han dimitido lo han hecho desde la imposibilidad personal de aguantar la presión amiga, el conflicto interno y la contradicción que todo ello supone.

La Concejala, hasta esta semana de Leganemos, y hasta hace poco Secretaria de Podemos Leganés, una activista de la marea blanca, defensora de nuestro hospital, que hace apenas una año y medio era percibida  como enlace de consenso entre posiciones iniciales maximalistas, y sin experiencia en partidos políticos contaminantes.  Ahora se encuentra expedientada por su partido nuevo y moderno,  criticada por sus aliados en Leganemos y sin representar a ningún partido en el pleno. Entre otras cosas por poner en marcha las prácticas de la vieja política, del control de la participación.

Todas estas personas, algunas amigas y compañeras recientes o de antiguo, pero todas ellas vecinas, madres, padres, trabajadoras, estudiantes, miembros de asociaciones, de AMPAS, de sindicatos, etc. Y ninguna de ellas profesionales de la política, ni enriquecidas por ella, ni con sueldos inconfesables, ni con perspectivas de mantenerse en el sillón.   

Pero todas ellas lo están viviendo como un horror, como una penitencia cristiana, y olvidando ya el proceso tan emocionante e ilusionante que vivimos creando Leganemos, haciendo la campaña, siendo interventores en las mesas electorales y recibiendo los guiños de complicidad de miles de personas que sin conocerte quería decirte que estaban votando a Leganemos.


Por último, el desánimo y la decepción no es una opción, ni para los que creemos en las posibilidades de la gente, de la unidad y de la actividad sindical, social y política. Ni para los votantes y personas cercanas a Leganemos y a Unidos Podemos., a todas estas personas yo les diría: “Si, la hemos fastidiado, pero seguimos con ideas para cambiar y mejorar la sociedad, con energía, con capacidad de influir en el Ayuntamiento para mejorar la vida de la gente, seguimos siendo muchos y muchas. Y sobre todo estamos aprendiendo, no somos profesionales de la política ni queremos serlo. Exígenos cumplir lo prometido”