No valgo para la política, me
entra mucha emoción e ilusión cuando asisto a una reunión con jóvenes
preparando un proyecto social o una manifestación.
No valgo para la política, me
indigno cuando los políticos siguen defendiendo que la empresa privada gestiona mejor lo público, por que
pensar en uno mismo es mejor que pensar en lo colectivo.
No valgo para la política, huyo
de las reuniones de las organizaciones sociales, políticas o sindicales
donde se conspira contra tus propios
compañeros por pensar diferente o para que no ocupen las direcciones que
queremos ocupar nosotros, y busco las
reuniones y encuentros donde debatimos como actuar para cambiar y mejorar las
cosas, repartiéndonos tareas para ello.
No valgo para la política, me
ofende que el problema sea que la selección de fútbol visite Guinea Ecuatorial,
con régimen dictatorial, y sigamos haciendo negocios como Estado y como
Empresas Nacionales con países donde la ley no permite que la mujer sea un ser libre.
No valgo para la política, me
cuestiono si mi estilo de vida es sostenible y coherente, y me preocupa las
dificultades que tengo para que lo sea.
No valgo para la política, debato
con mis amigos y amigas como participar en la comunidad, en nuestro barrio,
colegio público, centro de trabajo, y nos ofrecemos a reservar parte de nuestro
tiempo para echar una mano.
No valgo para la política, desconfío de quien lleva como concejal, cargo
de confianza, diputado, etc. 20 años y
su carrera profesional ha estado exclusivamente ligada a la actividad política
remunerada.
No valgo para política, me sigo
emocionando cuando leen un manifiesto por en defensa de derechos sociales.
No valgo para la política, estoy
bastante calvo, ya no sirvo como candidato, la imagen es más importante que las
ideas, la honestidad y el compromiso.
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