CONFINAMIENTO 3

 

CONFINAMIENTO 3

Como era de esperar, y más viviendo en Madrid, van llegando casos cercanos de afectados por el COVID19. Aunque queramos evitarlo esto te encoje todo algo más, siento la impotencia de no poder abrazar a un amigo por el fallecimiento de su madre, mientras él está solo en casa  con dedicar síntomas también, como nuestro amigo Fermín.

Siempre dicen que esperamos al fallecimiento de las personas para reconocerles lo que les queríamos o admirábamos, y nos recomiendan no esperar decirnos las cosas. Y ante ello, no puedo abstenerme de dedicar unos párrafos a uno de mis mejores amigos, Soti,  que ingresó ayer en el hospital por coronavirus, tras días con fiebres y toses. Y que pronto estará de alta en casa.  

Yo me dedico al Trabajo Social y la Educación Social, gracias a ti, cuando estando en el instituto participamos en un programa de dinamización juvenil. Tú ya eras Animador juvenil o socio cultural, y yo que ya veía que ser  futbolista o bombero no era lo mío, me “enamore” de una profesión basada en organizar y  fomentar que los chavales se organizarán para abordará sus problemas y se formaran colectivamente.

Luego estudiamos juntos la carrera de Trabajo Social, mientras trabajábamos en proyectos de barrio con chavales en riesgo de exclusión,  que tu coordinabas y nosotros aprendíamos aunque con más entusiasmo que conocimiento seguramente. Después cada uno en municipios diferentes. Pero, en esos años se rompieron las relaciones profesionales o de “maestro” y aprendiz, mejor dicho, y forjamos una amistad  genuina e intensa, bueno lo que es la AMISTAD, que mis hijos de pequeños dirían “hermanos de sangre”.

Vino tu primera hija Carmen, luego tú ahijado Hugo con tu actual pareja Katia, desde hace años ya muy buena amiga, y después tú segunda hija Amanda, que junto a nuestros dos hijos, se han criado juntos. Con Marta, mi mujer, mantienes una relación de amistad también intensa, con un lenguaje propio de provocación, reto y apoyo.

Hemos viajado, impulsado proyectos de cooperación, sociales, fundamos la pequeña ONG o asociación Dinamo Alternativa Social, hemos militado en CCOO separados y juntos, te seguimos al colegio público Trabenco donde nuestros hijos volaron,   también en política en la última etapa pasando por la transformación loca de la izquierda, pero acabando en el mismo lugar o con los mismos errores juntos, con Mas Madrid – Leganemos.

Tardes interminables hablando de política, la profesión, del sindicato,  de coches, de bicis de montaña, de viajes, de la vida.

Tu carácter a veces no es fácil, tienes cierta “bordería” o “chulería”, antes más que ahora, estás perdiendo facultades. Quizás es una defensa a una timidez escondida o a inseguridades, da igual. No caes bien a todo el mundo, pero a los que caes bien, que somos muchos nos haces incondicionales.

He recurrido a ti en los momentos más difíciles de mi vida, ante fallecimientos de seres queridos, como mi hermano Raúl. Y cuando digo recurrir, es encárgate de todo lo que puedas, y te encargaste.

Recuerdo hace muchos años, que me decías que éramos  mediocres, en nuestra profesión y nuestra vida en general, me dejo preocupado, porque entonces yo tenía esa sensación subjetiva de flotar por encima de los demás, de saber lo que había que hacer. Ahora sé que teníamos menos idea de lo que creíamos saber, pero no éramos mediocres, éramos normales.

Pero tú, amigo, no eres ni vulgar ni mediocre. Mantienes el entusiasmo por la profesión, por hacer cosas, por hablar, por la política, es decir, por el bien común,  por montar en bici, por el amor. Y eso es extraordinario. Y además  me encuentro entre tus amigos, que más se puede pedir. Si una cosa, cúrate y para casa, que te esperan y te esperamos.  Te queremos.