CONFINAMIENTO

 

CONFINAMIENTO

Primero disculpas, este texto no está a la altura de las circunstancias ni tiene la calidad de lo que llevo leyendo estos días. Pero me ayuda a pensar y comunicarme.

Que aportar cuando no se tiene talento para las artes, ni conocimientos de medicina, ni te dedicas al transporte o eres pescadera o cajero de supermercado.

Por su puesto, quedarse en casa y tomar las medidas de higiene y prevención, cuidar a distancia o dejando la compra a nuestros mayores en el ascensor. Hablar con amigos y amigas, enviar videos, muchos videos, lo de las telefónicas se empiezan a enfadar. Preguntar a familiares, compañeros y amigos como están.

Pasar información veraz y contrastada a amistades que te llaman sobre el ERTE o el despido que se avecina en su empresa. Leer y leer muchos decretos y normativas para saber mejor qué medidas se van adoptando y cómo hacerlo mejor, es lo que tiene ser sindicalista de pacotilla.  

Vamos mal si nos alegramos de que Esperanza Aguirre o Plácido Domingo estén enfermos por Coronavirus. Me gustaría más que los juzgarán por los supuestos delitos que cada uno en su estilo haya cometido. Tampoco quiero un barco que viene de China solo para Madrid, donde vivo, entiendo a la Presidenta Ayuso, pero yo lo quiero para que se distribuya con el mejor criterio de equidad y necesidad en todo mínimo en todo Estado, y si Marruecos necesita algo, a compartir.  

Igualmente vamos mal si difundimos falsedades y llamamos asesinos a Pablo Iglesias y Pedro Sánchez. Habrá tiempo de evaluar, criticar  y votar a quien consideréis.

Mi hijo Raúl dice que Pedro Sánchez transmite “tristeza” en sus mensajes, eso si me preocupa, porqué no vale la frase importada del lenguaje militar de “moral de victoria”. Yo prefiero la moral o la ética de Kant con su concepto de “imperativo categórico”. No necesitamos ninguna recompensa para hacer lo correcto, nuestra ética, nuestra razón nos lleva a hacerlo.

Esto unido a algo más de entusiasmo que podía poner el presidente, nos hará llevar mejor las próximas tres semanas.